No sólo un cuerpo normativo reconoce derechos a favor de los ciudadanos, para garantizar una adecuada protección a sus datos personales y a su privacidad, sino que, además, se les otorga herramientas jurídicas eficaces para ejercer y hacer respetar esos derechos. De igual manera en las actividades que desarrollan empresas, instituciones y todo aquel que, de una u otra forma, realiza la recolección, almacenamiento, y utilización de datos personales de terceros. Esto, debido a que la nueva normativa exigirá a todos aquellos responsables de estos datos personales implementar una serie de medidas internas que contribuyan a una adecuada protección de estos y, así, se evite su acceso no autorizado, su filtración y su utilización para fines diferentes a los que fueron recogidos.
Esto cambia completamente la idea de la persona como titular de derechos sobre sus datos personales, pues a éstos se les otorga un valor de importante magnitud, que gozan de protección jurídica y que obliga a todos a respetarlos, cuidarlos y no menospreciarlos.
Así, la nueva ley de protección de datos personales crea una autoridad de control que está llamada a velar por el cumplimiento de la normativa, principalmente, de todos aquellos que realizan procesos con datos personales; y, además, de garantizar el correcto ejercicio de los derechos reconocidos a favor de los ciudadanos.
Los nuevos retos que impone la ley de protección de datos personales a empresas y organizaciones son de variado alcance y complejidad y es por ello que se ha previsto que el régimen sancionatorio incorporado en la ley entre en vigencia dos años después de su promulgación, a efectos de una correcta adaptación a las nuevas exigencias que plantea la norma. El no hacerlo implicaría, por un lado, que se constituyan en infractoras para los efectos que plantea la ley, sobre todo en caso de reincidencias y agravantes.
En caso de incumplimientos, los titulares de los datos personales podrán ejercer sus derechos y, así mismo, buscar una compensación de los daños y perjuicios que se les pueda causar, a través de las instancias judiciales pertinentes, sin considerar la responsabilidad penal por delitos que, sobre la materia, están vigentes en nuestra legislación.
Ecuador definitivamente ha ganado con una ley de protección de datos, que, aunque con algunos defectos que deberán ser corregidos a futuro, constituye un gran paso para la transformación digital.
La ley protege al ciudadano que es el deber natural y propio de un Estado, luego, define una serie de reglas claras que deben ser cumplidas por todos, lo cual otorga seguridad jurídica, esto obliga a los actores, empresas, organizaciones, instituciones públicas, a redefinir y mejorar sus procesos en esta materia, en beneficio de una cultura de protección de datos.
Permite un mayor flujo de información de datos personales, de forma segura y controlada, facilita las transacciones entre empresas de distintos países. Ecuador se convierte en un destino seguro para receptar datos personales, lo cual es muy importante en la era de la información que actualmente vivimos, es decir, desde todo aspecto, nuestro país se beneficia con la ley. Ahora, todo depende de nosotros, de la madurez con que la adoptemos y cumplamos.
Pregunta por nuestro servicio de como adoptar la Ley de Protección de Datos en tu empresa
👉🏼https://bit.ly/3MTBKfL👈🏼
Comments