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En la era digital actual, las contraseñas constituyen un elemento crítico en la protección de nuestra información. Cubren desde cuentas de correo electrónico y plataformas sociales hasta accesos bancarios y servicios digitales, actuando como un escudo primario frente a intrusiones y ciberataques. No obstante, su relevancia es frecuentemente menospreciada, con muchos descuidando la creación de contraseñas robustas y su manejo seguro.
En este análisis, abordaremos la trascendencia de las contraseñas, los peligros que conlleva su divulgación y las estrategias para blindarnos ante posibles brechas de seguridad. Desde la selección de contraseñas fuertes hasta la adopción de protocolos de seguridad complementarios, aprenderemos a reforzar nuestra defensa cibernética y salvaguardar nuestra información personal y laboral frente a amenazas virtuales.
Línea de tiempo sobre la piratería de las contraseñas
Décadas de 1980 y 1990: Durante los albores de Internet, el hackeo de contraseñas era una práctica más rudimentaria y directa. Los hackers frecuentemente recurrían a métodos de “fuerza bruta” para adivinar combinaciones de contraseñas o explotaban fallos en sistemas con escasa seguridad.
Año 2000: A medida que Internet ganaba popularidad y los servicios en línea se multiplicaban, el hackeo de contraseñas emergió como una amenaza más seria. Los ataques de phishing, que engañan a los usuarios para que entreguen sus contraseñas mediante correos engañosos o sitios web imitados, se hicieron habituales.
Década de 2010: En estos años, el hackeo de contraseñas alcanzó un nivel de profesionalización y se transformó en una actividad rentable dentro del mercado negro digital. Extensas brechas de seguridad en compañías y servicios en línea revelaron millones de contraseñas, incrementando los casos de robo de identidad y fraude económico.
Presente: Hoy en día, el hackeo de contraseñas continúa siendo un peligro constante y en evolución. Los hackers emplean métodos cada vez más complejos, como malware de alta tecnología y técnicas de ingeniería social, para acceder de manera no autorizada a cuentas y redes.
El Informe Anual sobre Exposición de Identidades 2022 identificó algunas estadísticas asombrosas en relación con las contraseñas:
1.700 millones de credenciales (combinaciones de dirección de correo electrónico y contraseña o nombre de usuario y contraseña) fueron explotadas por hackers en 2021
El 70% de los usuarios seguía utilizando contraseñas comprometidas un año después
La contraseña número uno reutilizada en texto claro (es decir, sin encriptar) fue 'password'
El 60% de los usuarios reutiliza las contraseñas. Una encuesta de Google reveló que el 52% reutiliza contraseñas en varias cuentas.
Sólo el 20% de los usuarios tiene un gestor de contraseñas
Un reciente Informe de Violación de Datos de Verizon mostró que el 81% de las violaciones relacionadas con la piratería utilizaron contraseñas robadas o débiles. Y, una nueva encuesta de Dark Reading muestra que el 44% de las organizaciones dicen que los usuarios representan la mayor amenaza para la seguridad de los datos.